Todo infante ha cavado alguna vez una trinchera con sus propias manos. En la nieve; en el desierto; en terrenos pedregosos, donde los picos no duran diez golpes; bajo la intensa lluvia o un sol abrasador. Pero al final, cuando acomoda su mochila, cuando marca sus sectores de tiro y la pausa le permite apoyar a un lado el fusil y curarse las ampollas, entonces le invade una grata sensación de refugio. Vana ilusión que desaparece cuando vuelve a tomar consciencia de su fragilidad ante lo que le rodea.
Pero como nuestros Tercios en la iglesia de Empel, cuando todo parece perdido ocurre el Milagro. Igual que aquel infante, me aferro a mi Inmaculada, con las botas hundidas en el barro hasta la caña, empapado y hambriento, procuro no tiritar para evitar que parezca que tengo miedo. Miro afuera y veo negros nubarrones, igual que el buen soldado del Tercio veía los buques y las formaciones del Conde de Holac hace 426 años. Veo a don Francisco de Arias de Bobadilla diciéndome: “los españoles prefieren la muerte a la deshonra”; y yo sólo espero poder romper el cerco…, y vivir para contarlo.
Te sigo, Brothel...que, por cierto, es burdel en inglés. ^_^
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
erikote
¡Pedrísimo! Bien, ya va habiendo más miembros en este mundo bloguero. A ver si convencemos a tu padre y sus pensafotos. Bienvenido. Y conste que te pienso seguir los pasos (sin marcarlos demasiado...) Abrazote.
ResponderEliminarGracias por entrar en mi humilde e incipiente blog, ¡Oh, Maestro!
ResponderEliminarSabes que estás en tu "casa".
Nos vemos y nos leemos
N'abrazo
Me he permitido poner un enlace a tu pagina desde mi perfil de "caralibro". Ojala y mis amigos pasen un rato tan divertido como yo, leyendo cosas de la vida a vista de soldado.
ResponderEliminarUn abrazo
Don Miguel Ángel, mi blog es tuyo y es un honor que me incluyas en tu perfil.
ResponderEliminarTake care, my friend.
”Llevad el corazón de vuestro Capitán para siempre” un Capitán que se despide de sus hombres con estas palabras es merecedor de ser siempre recordado y admirado por todos sus subordinados. Pero no solo le admiro y le recuerdo por esta frase, le admiro y le recuerdo por la gran cantidad de valores, principios y espíritus que usted me inculco estando bajo su mando, unos valores y unos principios a los que nunca traicionare y siempre tendré presentes a lo largo de toda mi vida .Por este motivo le mando este mensaje mientras realizo una pequeña pausa mientras estudio el carro de combate Leopardo 2E en mi segundo curso de la Emies. Casualidades de la vida han querido que me fijara en un enlace sobre un artículo publicado por usted, hay personas y nombres que nunca se olvidan y la vieja guardia de la 3ª jamás le olvidara .le deseo todo lo mejor tanto personal como profesionalmente deseando y esperando que las casualidades de la vida me guíen hasta servir a España en una unidad bajo su mando. Reciba un saludo marcial y fuerte abrazo de un leal subordinado suyo.
ResponderEliminarAntonio Almazán Manzano
En la vida de una persona corriente nadie recibe agradecimientos como el suyo. Intuyo, pues, la excepcionalidad de D. Pedro. Un cordial saludo.
EliminarQueridísimo Antonio. Gracias por tu mensaje y tus palabras. Siempre es una alegría saber de ti y más viendo que sigues tirando para adelante, ya a punto de convertirte en un excepcional suboficial. Todos y cada uno de vosotros, los buenos y los no tan buenos, miembros de la 3ª CIMZ del "Asturias" y de la 6ª Cía. del 3º Tercio, habéis marcado mi vida militar (mi vida, al fin y al cabo, porque no soy otra cosa que eso, un soldado) para siempre. No ha habido un sólo día que, por un motivo o por otro, no me acuerde de alguno de vosotros. Ayer estuve en El Goloso, día de puertas abiertas, el 12 de enero estuve en Viator, en el acto conmemorativo de las acciones de Edchera. En ambos sitios mil recuerdos, mil momentos que me hicieron tragar saliva para intentar deshacer el nudo que se formaba en mi garganta. Os llevo en mi corazón. A todos, "legias" y "cangrejos". Fuisteis mi otra familia y con vosotros reí, lloré, sufrí, disfruté y sobre todo sentí el por qué había decidido hacer de la Milicia mi vida. Intento seguir vuestras vicisitudes. Más fácil en los que continuáis en la senda militar, un poco más difícil a los ingresaron en la Guardia Civil, Policía Nacional, o en las policías locales o aquellos que volvieron a buscarse la vida en la sociedad civil. Iván en su taxi, Manu en la seguridad de los pesqueros, Eva y Rafa con la Naturopatía, ... Cada uno luchando en su guerra particular pero todos con una raíz común que el fue el paso por aquella compañía. Te prometo que escribiré una entrada en este blog sobre ella. Nada me alegraría más que volver a coincidir contigo en una unidad. Encuentro de viejos amigos...Dios dispondrá. Pero ahora toca terminar esa academia y salir con el Despacho de Sargento. Hasta entonces y en el futuro también, sabes cómo encontrarme y me tienes a tu disposición para lo que puedas necesitar.
ResponderEliminarUn abrazo fortísimo de tu ex-capitán y amigo. "No seremos los mejores, pero sí los más valientes"
"El credito pertenece al hombre que está en el campo de batalla. A quien tiene el rostro manchado de polvo, sudor y sangre. A quien conoce el gran entusiasmo, las grandes devociones. A quien se dedica a una causa digna y si cae, al menos cae de forma atrevida, de forma que su alma nunca estará con las almas frias y tímidas de los que no saben nada de la victoria o de la derrota". Hoy como jefe de peloton en la III BILPAC solo puedo decir q por muchos capitanes que haya podido tener le aseguro que su mando es eterno en mi corazon, que mi lealtad hacia usted permanece fuerte como el primer dia y que aun habiendo pasado tantas cosas y misiones me es imposible olvidarme de nuestra 3 compañía. Un fuerte abrazo para usted y Clara y Clara. Sergio de las Peñas Canalejas.
ResponderEliminarQueridísimo Sergio, muchas gracias por tu mensaje y tus palabras. ¡Cómo has cambiado desde esos primeros pasos como soldado en la 3ª! Jefe de un pelotón de Caballeros Legionarios Paracaidistas, con toda la responsabilidad que ello conlleva. Estoy seguro de que eres un mando excepcional. Has huido de la mediocridad. Mientras que para muchos obtener los galones de sargento significa el fin, para ti, como para todos mis queridos subordinados que habéis ingresado en la AGBS, ha supuesto el principio. Habéis vuelto a las unidades, mecanizadas, legionarias o paracaidistas, me da igual, todas excepcionales, y os habéis puesto al frente de vuestros pelotones trabajando duro y velando por vuestros hombres. ¡Esa es la grandeza de la Milicia! Te agradezco tu lealtad, que sabes correspondida. No me vale, y tú lo sabes bien, esa pseudolealtad de una dirección que algunos exigen en nuestro Ejército. Vela por tu gente porque al final, cuando vengan mal dadas en un camino perdido de la mano de Dios en Afganistán, en Mali o donde coño quieran mandarnos, ellos serán los que te saquen las castañas del fuego y, a su vez, a ti será al que miren esperando la decisión que los saque del apuro. Y si todo se tuerce y toca morir, ¡Qué mejor compañía puedes encontrar que con los que has compartido sangre, sudor, risas y lágrimas! Cometí muchos errores en mis nueve años de mando de unidad pero, igual que es tarde para que yo los repare, espero que vosotros saquéis enseñanzas de ellos tanto como de las posibles virtudes que haya tenido. Cuídate mucho Sergio, y ya sabes donde me tienes, siempre, para lo que puedas necesitar.
EliminarUn abrazo fortísimo de tu ex-capitán y amigo. "No seremos los mejores, pero sí los más valientes"
Cómo cuando te dieron en Zaragoza tu primer empleo de teniente, vuelvo a decirte ¡A TUS ORDENES!. Soldado ejemplar de España.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Sobrecogedor
ResponderEliminarSoy Pedro S. Erice, tengo que contestar así porque Blogger va de mal en peor... Muchas gracias por entrar y por su comentario. Un saludo afectuoso.
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