sábado, 31 de octubre de 2020

JESUSITO DE MI VIDA, ¡JESÚS, QUÉ VIDA LLEVO! CAPÍTULO 3

IJC HQ Kabul International Airport

MOVCON es el acrónimo que se utiliza aquí para denominar al servicio de movimientos terrestres que proporciona el ISAF JOINT COMMAND –IJC– para moverse por Kabul. Pensad que la capital concentra más de cinco bases militares, los ministerios afganos, las embajadas y otros organismos relevantes…, o inútiles, como UNAMA (la misión de Naciones Unidas) y la asistencia a reuniones en ellos son constantes. En los días de relevo y hasta que llegó mi jefe, utilicé este servicio unas siete veces. Es relativamente sencillo: solicitas el día anterior el transporte especificando el horario y lugar de destino –en mi caso la mayoría de las veces voy al ISAF HQ en la "Green Zone", (como he dicho, yo estoy en el aeropuerto –KAIA–)– y ellos agrupan destinatarios y horarios y te comunican las horas de partida y regreso y las paradas intermedias, si las hay. Es una especie de taxi colectivo.

A la hora señalada, con chaleco antibalas, casco y pistola (el fusil en este tipo de movimientos no hace falta o, mejor dicho, no quieren que lo lleves), tienes que estar en el pick-up point, donde te esperan dos coches todoterreno civiles blindados con toda la parafernalia de inhibidores. Algunos llevamos los guantes y las gafas balísticas y los que han tenido alguna experiencia cercana con Artefactos Explosivos Improvisados (IED) incluso los tapones en los oídos. 

Mecanismo de lesiones. Philos Trans R Soc Lond B Biol Sci
 2011 The Royal Society

Puede que alguno se cachondee, yo no. Conozco perfectamente  el motivo de estas prevenciones tan simples. Si nos vuelan el coche en Kabul y seguimos vivos, las estadísticas dicen que posiblemente estemos inmersos en un ataque complejo (varios tipos de ataque combinados), es decir, van a intentar rematarnos a tiros o emboscar a quien venga a ayudarnos. Así que, si no estamos muy malitos, necesitaremos ver, oír y usar nuestro armamento. Aparte de las heridas normales que puede producir una explosión (laceraciones, contusiones, fracturas, quemaduras, compresiones…), lo seguro es que habrá una proyección de cristales que afectará fácilmente a nuestros ojos, un sonido brutal y una sobrepresión que nos dejará sordos, así como unos destrozos en el coche que nos lesionarán las manos en cuanto las apoyemos para salir. Usar las gafas balísticas (buenas también por el sol), los tapones y los guantes, además del chaleco, el casco y el cinturón de seguridad, pueden significar la diferencia entre tener alguna oportunidad o ninguna. Si, encima, llevas el torniquete configurado para ponértelo con una sola mano (y te has adiestrado para hacerlo), puedes decir con tranquilidad que eres un tío “matizao”. Pero es difícil ver a gente así. Casi nunca pasa nada…, hasta que pasa.

Ataque contra el autobus blindado de IJC HQ el 29 de
octubre 2011. Foto: M. Hossani/Agence France Press
  

Antes, el sistema de transporte era un autobús blindado que parecía sacado de la película de Mad Max, pero en octubre del año pasado lo volaron y mataron a diecisiete de sus pasajeros. Ahora son tandas de dos vehículos, aparentemente más discretos (aunque las antenas de los inhibidores van “cantando” nuestro paso).

ISAF SOF. NIU PRC KUNDUZ. TF-47
Foto: ISAF

El responsable del convoy, un corporal o sergeant (cabo 1º o cabo mayor), norteamericano normalmente, pasa lista, te da una pequeña charla de seguridad (en la que te dicen que en caso de ataque te quedes sentadito, que los que reaccionan son ellos) y pide que embarquemos. En cada vehículo va un conductor y un escolta con arma larga. La primera vez que lo usé, yendo con el comandante al que relevaba, me dijo: "Ya verás como todos se pegan por ir en el segundo coche". En efecto, mientras los dos españolitos nos subíamos tranquilamente en el primer coche, que además era el más moderno y cómodo, el resto esprintaba para subirse al segundo. Al poco tiempo, el más lento de los “corricolaris” aparecía por la puerta de nuestro coche. "¿Y esto?" –le pregunté. "La estadística de los ataques con IED en este tipo de convoy muestra que la insurgencia tiene clara predilección por volar el primero". "Cool" –respondí. Y, en efecto, todas las veces que he utilizado este tipo de transporte se ha cumplido lo que me dijo mi predecesor. A la ida y a la vuelta.

Así que, como una bonita tradición, cuando tengo que utilizar el MOVCON (cada vez menos, ya os contaré por qué...) y los conductores, no sin cierto cachondeo, ofrecen los coches para el embarque, yo siempre me subo directamente en el primero. Ellos y sus escoltas, que hacen estos trayectos hasta cinco veces al día, no dicen nada, pero se miran. Intenté confirmar la teoría cenando un día con un cabo 1º español (licenciado en derecho y con dos idiomas, por cierto) que lleva cinco meses y pico haciendo este servicio, y con una sonrisa picarona, me dijo que eran tonterías. Pero también me habló de la tensión que acumulan día tras día, con la sensación de ser una bola del bingo que pueden cantar en cualquier momento. Esto sí me lo decía muy serio... Puede ser que todo sea una "leyenda urbana", pero cuando termina el trayecto y me bajo, la pareja de mi coche siempre se ha despedido de mí con unas palabras amables y una sonrisa, que yo les devuelvo con un apretón de manos y una mirada de complicidad.

Creo que también es hora de hablaros de mis compañeros de CJ5 Planes. El jefe es un comandante italiano de la unidad de tiradores de
Miembros de la TF-45 italiana de ISAF SOF
tras un combate con insurgentes.
Foto: opdownrange
los Carabinieri. Alto, con la barba milimétricamente cuidada y un purito en los labios, siempre va impecable como buen italiano. Es un buen tío. Ya en el final de su misión (vienen por cuatro meses con un permiso de dos semanas, no seis del tirón, como nosotros), me ha acogido como si fuera de la familia. Yo creo que, como es siciliano, mi apellido le recuerda a su casa… Cuando el jefe del estado mayor, que también es italiano, viene a hablar con él parece que estoy en medio de una película de Visconti. Lo único a lo que no me acostumbro es a que se despida de mí con un “¡ciao bello!”... Del comandante polaco os hablaré el próximo día, pero os adelanto que el cabronazo de mi jefe ha decidido que tenía que poner mote al "trío calavera" de Planes, así que al polaco le ha puesto Shrek (grandote, más bruto que un arado, pero excelente persona), a mi Yoda (porque soy pequeño y sabio, dice el muy “mariconzón”) y él, Ali Baba (él sabrá por qué…). La verdad, es que, entre tanto angloparlante, somos un grupo curioso y, lo que es más importante, hemos conectado muy bien.