Joaquín Sabina. FOTO: www.lapoderosa.org.ar |
Sí, yo soy
de esos memos que ven a España como la Madre Patria de las naciones
hispanoamericanas[1]. Mi
abuelo escribió en 1945: “Un programa
político-económico: América empieza en los Pirineos[2]”, y siempre he estado de acuerdo con él. Sé que ahora no está de moda. Que lo cool es aplaudir las expropiaciones de
empresas españolas a ritmo de Sabina o Serrat. Era de esperar en este país de
acomplejados y quintacolumnistas y en aquellos dirigidos por “salvapatrias”
populistas.
Pero, de
nuevo, no voy a caer en la fácil generalización. No, no les voy a poner aquí a
parir, desde la Madre Patria (lo repito, a ver si a alguno le salen sarpullidos
de leerlo). Porque, al contrario que en Sodoma y Gomorra, siempre hay un justo.
Y aquí va mi respetuoso homenaje para ellos, los vivos y los muertos, nadadores
contracorriente orgullosos de la sangre que corre, o corría, por sus venas.
Laura Alonso, diputada argentina. FOTO: www.larazon.es |
Valiente y
ejemplar la actitud de la diputada argentina Laura Alonso, del partido Propuesta
Republicana (PRO), que aguantó a pie firme la bronca parlamentaria por oponerse
a la expropiación de YPF. Me admiraron, especialmente, sus declaraciones posteriores: «Que me digan “española” no es un insulto,
es un halago[3]».
FOTO: www.elsistema.info |
Pero hoy
quiero traer aquí otro texto, mucho menos mediático. Es de un militar, como no
podía ser de otra forma. Néstor Roberto Estévez era teniente del ejército
argentino y escribió una carta, en Sarmiento (Chubut), el día de la partida de su
regimiento rumbo a las Malvinas, el 27 de marzo de 1982. Debía ser entregada a
su padre por un camarada en caso de que él falleciera en combate, como ocurrió
dos meses después. El texto era el siguiente:
Querido papá:
Cuando recibas esta carta yo ya estaré
rindiendo cuentas de mis acciones a Dios Nuestro Señor. Él, que sabe lo que
hace, así lo ha dispuesto: que muera en el cumplimiento de mi misión. Pero
fíjate vos ¡Qué misión! ¿No es cierto? ¿Te acordás cuando era chico y hacía
planes, diseñaba vehículos y armas, todos destinados a recuperar las Islas
Malvinas y restaurar en ellas nuestra Soberanía? Dios, que es un Padre
generoso, ha querido que éste su hijo, totalmente carente de méritos, viva esta
experiencia única y deje su vida en ofrenda a nuestra Patria. Lo único que a
todos quiero pedirles es 1º) Que restauren una sincera unidad en la familia
bajo la Cruz de Cristo. 2º) Que me recuerden con alegría y no que mi evocación
sea la apertura a la tristeza y, muy importante 3º) Que recen por mí.
Papá, hay
cosas que, en un día cualquiera, no se dicen entre hombres pero que hoy debo
decírtelas: Gracias por tenerte como modelo de bien nacido, gracias por creer
en el honor, gracias por tener tu apellido, gracias por ser católico, argentino
e hijo de sangre española, gracias
por ser soldado, gracias a Dios por ser como soy y que es el fruto de ese hogar
donde vos sos el pilar.
Hasta el
reencuentro, si Dios lo permite.
Un fuerte
abrazo, Dios y Patria !O muerte!
Roberto
Cementerio de Darwin, cerca de la Pradera del Ganso (Goose Green). Allí están enterrados 237 soldados argentinos. FOTO: www.todo-noticias.com |
Qué
queréis que os diga. Me enorgullece y emociona. En él pienso cuando me nombran a Argentina. En él y en la multitud de apellidos españoles, la mayoría, que como
el suyo engrosan la lista de los 649 caídos en las Malvinas[4]. Ellos conforman, como militar que soy, la imagen que tengo de Argentina, no la panda de políticos y adláteres que torticeramente utilizan su sacrificio.
Al resto, lo dicho…, a seguir con lo vuestro.
[1] Según el Diccionario Panhispánico
de Dudas, Hispanoamérica es “el conjunto de países americanos de lengua
española”. Es decir, 20 naciones, si incluimos a Belice y Puerto Rico.
[4] La cifra está sacada de www.malvinense.com.ar. El
listado nominal lo pude leer en www.malvinasonline.com.ar/index.php/el-conflicto/listado-de-caidos.html,
que recoge la Ley 24.950/98 que les declara héroes nacionales (también la
25.424/01 que la modifica).
A un hijo de Fred Noan le presumía un argentino, rechazando el origen español de su país, que Argentina representaba en sudamérica la cultura francesa, no la española. Ah, sí, le contestó: como Haití. Y se fué dejándole con cara de bobo y con la boca abierta!
ResponderEliminarQuizá es que no han cambiado nada con el paso de los años.
¡Creo que puedo adivinar quien fue! La verdad es que un elevado porcentaje de los argentinos con los que me he cruzado aquí en España y fuera del ámbito militar, encajan perfectamente en el caso que comentas. Recalco lo del ámbito militar porque, en cambio, no he conocido a un solo militar argentino con el que no haya conectado rápidamente. Pero esa actitud de desprecio hacia España, gracias a Dios no es mayoritariamente recíproca. Hay una frase, leyenda urbana hasta que alguien no me demuestre su veracidad, atribuida a veces a un general británico y otras a un político de la misma nacionalidad, que afirmaba que si entre los argentinos que defendían las Malvinas predominaba la sangre española, resistirían hasta el final, frente al predominio de la sangre italiana, que los conduciría a la rendición temprana. Soy militar y el análisis de la guerra de las Malvinas y la derrota argentina va, por supuesto, infinitamente más allá del origen de la sangre. Pero entre los muertos en combate en Malvinas hay cinco españoles (no argentinos de sangre española, españoles de nacimiento) y más de 50 participaron directamente en el conflicto enrolados en buques mercantes que apoyaban a los buques de guerra argentinos. Si nos vamos más atrás, parece que pocos argentinos se acuerdan del "Tercio de Gallegos" que se creó en 1806 para defender Buenos Aires de los ataques de los ingleses. Argentina nos ayudó en los años de la autarquía y nosotros invertimos allí cuando nadie siquiera lo imaginaba. En fin, recuerdo que en el colegio, cuando nos daba el día reivindicativo, normalmente en el autobús de las excursiones, a la copla del ¡Gibraltar español! siempre le acompañaba la de ¡Malvinas argentinas! Es de bien nacido ser agradecido y sólo espero que la Historia ponga las cosas en su sitio.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte y gracias por tu comentario.